lunes, 14 de noviembre de 2011

Mi bicicleta siciliana


Os presento mi querida bicicleta, regalo de mi amigo Antonelo que la tenía muerta de risa en casa y me la ofreció para este periodo de tiempo que esté por aquí. Le tengo que dar las gracias porque no sabéis la vida que me está dando esta bicicleta...

Siempre he querido tener una bicicleta de este estilo, la probé en Amsterdam y me encantó, son muy fáciles de llevar y para ciudades como Palermo, que es muy llana es perfecta. Desde que la tengo, no he parado de hacer salidas por la ciudad para conocer cada día más sus callejuelas y la cultura de esta ciudad que es un grandísimo tesoro...

Esta foto es de la zona del paseo marítimo donde se puede ir a pasar las tardes porque hay una zona de jardín para descansar, hacer picnics, jugar a cualquier deporte como puede ser el voleibol que tienen una red, etc que está muy bien cuidado y se puede utiliazar; y después, está la zona del paseo marítimo que tiene unas vistas preciosas del Monte Pellegrini, Capo Gallo y de la ciudad, así como del puerto de Palermo. Es una zona muy bonita y a la vez tranquila porque se encuentra alejada de carreteras y donde me encanta ir a leer y a pintar. 

Espero que os haya gustado tanto como me gusta a mi!!!bonanotte a tutti!!!!


jueves, 10 de noviembre de 2011

¡La tortilla de patata!

 

Como ya he comentado en otras entradas, hay una clase del colegio, la clase de Mario, que me está ayudando muchísimo a conocer toda la gastronomía siciliana, con platos y postres que me llevan todos los jueves los niños hechos por su familia. ¿se puede pedir más?. 

Es por ello, que hoy me he propuesto enseñarles algo típico español y que ellos disfrutasen al igual que yo, de comer un plato de otro país. El resultado: ha sido maravilloso.

Tengo que decir, que la clase es tan simpática que cualquier actividad que realices con ellos te vas a sentir muy gratificada porque solo tienen palabras de alago hacia ti y hacía todo lo que haces. Es así, que hoy nada más entrar en su clase, aparte de los gritos de felicidad por mi llegada, me han empezado a decir palabras en español como eran: hola, adios, cómo estás, etc y todo ello, gracias al gran profesor que tienen que tanto me está ayudando a integrarme en esta escuela y a su gran interés, porque estos niños aprovechen mi presencia para aprender muchas cosas de otro país. Creo que están teniendo mucha suerte por tenerlo como tutor y de aprovechar que estoy yo en el centro porque no todos los días se tiene una persona en la escuela de otro país y que pueda hablar de su experiencia personal dentro y fuera, en mi caso, de España.

Tengo que decir, no es por echarme flores, pero las dos tortillas que hice estaban buenísimas y mira que no soy una gran experta en hacerlas...vamos ninguna porque no soy una gran aficionada a comerla pero ayer, gracias a dos amigos italianos que me ayudaron a hacerla, el resultado fue delicioso. Tanto ha sido así, que ya me están pidiendo que vuelva a llevar y los trozos que sobraron tuvimos un gran debate por decidir a quién le iba a tocar...fue tal el caos, que Mario (el profesor) y yo, decidimos ir a la sala de profesores y ofrecer a los profesores que estuvieran por allí y evitar las reparticiones a los alumnos porque no había para todos y todos querían repetir. Así que, ya os podéis imaginar la alegría que tenían los profesores que me habían visto toda la mañana llevando de un lado para otro las tortillas y dejando el olor por donde iba, el que ellos también las pudieran probar.

La verdad que ha sido una experiencia maravillosa tanto por mi parte como por la de ellos que tengo la sensación que se va a volver a repetir muchas veces porque cada día me sorprenden más esta clase y el colegio. 



domingo, 6 de noviembre de 2011

Viaje a la isla de Levanzo 3


Por la mañana, de nuevo, con el precioso día que teníamos nos fuimos a visitar la otra parte de la isla que no nos dio tiempo a ver el día anterior y a darnos un baño mañanero para volver a ponerlos las pilas para aguantar todo el día. Y de nuevo, me volvió a sorprender con creces la isla, que sitio más bonito para venir a pasar semanas con la tranquilidad, naturaleza...cosa que en Palermo se echa de menos muchas veces, sobre todo el silencio...

Playa de Levanzo








Isla Fabignana




Levanzo

Despedida






Después de nuestro paseo mañianero nos pusimos manos a la obra para recoger todo y comenzar a preparar todo para la vuelta a Trapani y seguidamente, a Palermo. Tengo que decir, que este viaje fue impresionante y me gustó muchísimo porque conocí una sicilia profunda, un pueblo donde no están acostumbrado a las visitas que cuando íbamos andando por sus calles o por su campos, todos nos observaban y comentaban sobre nosotros...no se, una situación que me pareció muy familiar. Ya quedan pocos sitios tan auténticos como éste.

De nuevo, antes de irnos, aproveché para hacer mi último tour por este pueblo y hacer más fotillos de este gran tesoro.


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Puerta típica


 Eso sí, antes de irnos, como el pronóstico nos dijo, cayó la tromba del siglo que yo pensé que no salíamos de la isla para contarlo...pero bueno, fue de despedida solo. Antes se portó muy muy bien el tiempo.

Esto ha sido por hoy todo, un breve resumen de mi precioso viaje a la isla Levanzo!

Viaje a la isla de Levanzo 2

Después de una gran noche de bailes y música de todo el mundo, nos levantamos y nos fuimos directos a bañarnos al mar porque el día era precioso y seguíamos sin ver la amenaza de lluvia que tanto nos comentaron. Aunque parezca mentira y estemos en noviembre ¡el agua estaba buenísima!. Ya con este maravilloso baño mañanero nos preparamos para comenzar nuestra jornada que no iba a ser para nada suave.

Vistas desde el camping y zona de baño

Pinar donde dormíamos




Como decía, de allí nos fuimos a desayunar un increible té que nos hizo Bito de una especie de planta que no conocía pero que me gustó mucho y de ahí, nos preparamos para conocer la isla. Antes de todo ello, descubrimos desayunando un pueblo abandonado al lado de nuestro camping que me llamó mucho la atención porque nos contaron que antiguamente, era de la familia más rica de Trapani pero empezaron a tener problemas con la mafia y tal...y desapareció por completo y como no, todas sus propiedades quedaron totalmente abandonadas. 

Antigua iglesia








Levanzo
De allí, empezamos a analizar la isla y a darnos cuenta que no era muy grande, así que nos propusimos rodearla toda y conocer todo lo posible de ella. Y así fue, empezamos por el pueblo pesquero de Levanzo que el día antes no habíamos podido conocer nada porque llegamos bastante tarde y que me encantó. Un pueblo muy mágico que me recordó muchísimo a fotos que había visto de las islas griegas...si ya es espectacular ahora, no me quiero ni imaginar en primavera, verano con todo el colorido de los árboles, flores, etc






Desde el pueblo, fuimos rodeando toda la isla por la zona rocosa que ahí al lado del mar, haciendo el camino más emocionante y sobre todo, lo hicimos así porque no había ningún camino oficial que rodease toda la isla. Tiene rutas muy pequeñas que no rodean ni la mitad de la isla, dejando lugares maravillosos que nosotros pudimos encontrar por hacer esta ruta. Eso sí, tengo que decir que llegó un momento que tanto bajar y subir piedras...nos llegamos a cansar un poco porqe teníamos los tobillos reventados de tanto cambio de alturas. Así estuvimos unas 5 horas caminando hasta que nos empezamos a dar cuenta que la isla no era tan pequeña cmo pensábanos y se nos estaba haciedo tarde y no habíamos hecho ni la mitad...así que nada, empezamos a meternos por un camino y encontramos una cueva alucinante. La famosa cueva de genovese puesto que se enceuntran pinturas rupestres muy bien conservadas, asi que os podéis imaginar la alegria que nos dio encontrar esa belleza y disfrutarla. Y ya de allí, nos fuimos dirección a las tiendas porque se nos iba a hacer de noche y no teníamos luz para llegar a nuestro querido hogar.


Isla Marettimo

 Ya por la noche, otro platito de pasta, patata y cebolla al fuego y otra noche de canto. No se puede pedir más.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Viaje a la isla de Levanzo

Aprovechando el maravilloso puente que tenía en la escuela, nos decidimos un grupo de amigos a visitar la isla de Levanzo, una isla que peternece a la Isole de Egadi que está formada por 3 (Levanzo, Fabignana y Marettimo). La isla que decidimos visitar, es la más pequeña pero a su vez, la más salvaje. Perfecto para  nuestra idea de hacer camping puesto que el control para acampar es muy pequeño porque la isla solo tiene un pueblo y la gente no se preocupan mucho por ver que podemos hacer, es decir, no están muy acostumbrados a grandes visitas turísticas.
Así pues, nos preparamos y nos fuimos dirección a la isla: un suizo/peruano, si como oís, es un suizo que está haciendo la erasmus en Palermo y su padre es suizo y su madre peruana; Nora, una amiga española de erasmus; Dario, mi compi de piso; Pippo, mi vecino y 4 amigos de Trapani (Paolo, Fabrizio, Bito y Manuela), ciudad que se encuentra justo en frente de este archipiélago. Ya os podéis imaginar la gran inmersión de italiano que nos metimos ese finde porque no teníamos otra opción para hablar. Estuvo muy bien para practicar las 24 horas y como no, conocer más de la cultura y tradiciones de este país.
El grupo del amor :)
Levanzo
En un principio, dudamos si ir a las islas porque pronosticaban un temporal bestial que venía del norte de Italia y que había causado muchísimas riadas...pero bueno, al final nos decidimos después de hacer una larguísima votación de 3 horas porque tengo que decir que los italianos se toman su tiempo para todo, a veces demasiado... y puede llegar a desesperar, pero bueno, ellos mismo son coscientes de ello y te lo dicen sin ningún problema, son indecisos y tranquilos como los que más. Pero bueno, la idea de ir finalmente a la isla fue lo mejor que hicimos porque no hubo mal tiempo, todo lo contrario, yo volví más morena y todo.

Tambíen fue un acierto ir porque justamente ese finde era el último para utilizar el maravilloso bono que tenía Frabizio, uno de los amigos de Trapani, puesto que nos consiguió los billetes para ir a la isla por solo 0 euros!!!si si, normalmente cuesta solo la ida 9 euros en barco, es decir, un total de 18 euros todo, pero con ese abono, podíamos ir gratis y como decía, justo ese finde era el último porque a partir de noviembre, solo podràn utilizar ese bono personas de la familia, nadie más, así que tuvimos mucha suerte porque es un billete muy caro para donde se encuentra la isla, a solo 20 minutos de Trapani, increible...Además, si no vas con la idea de acampar...no es muy rentable porque el pueblo pesquero es tan sumamente pequeño pero a la vez tan bonito, con sus casa blancas y puertas  y ventanas azules, que solo hay dos bares y no hay hoteles y sería para ir solo un día, nada más. Para que os hagáis una idea,  era más pequeño que Mandín, que ya es decir.


Isla de Levanzo
Ya en la isla, gracias a nuestro guía maravilloso Paolo, fuimos a un pinar precioso donde podíamos acampar sin miedo a que nos pudieran molestar o echar, y allí nos fuimos con toda nuestras cosas que no eran pocas...parecía que nos íbamos una semana de vacaciones, nos pasamos un poco con tanta manta, plásticos contra la lluvia, comida...y ¡como no!una cacerola porque para los italianos un día sin pasta no puede ser y tenía como objetivo hacer una allí (y así fue). Son increibles la verdad... Tengo que decir, que para mi, lo mejor de este sitio, eran las vistas del pueblo, de una playa preciosa y a la montaña tan bonita que tenía. Asi que nada llegar, nos pusimos manos a la obra y montamos las tiendas de campaña porque a las 6 ya era de noche y nos pusimos a coger ramas para hacer nuestro maravilloso fuego porque todos estábamos un poco asustados por miedo a pasar frío por la noche pero para nada...es alucinante que a finales de octubre, estuviéramos con una sudadera sin ningún problema y poder darte todos los días un baño matinal en el mar, ¡increible!. 

Nuestra gran preparación para acampar :)
Tres horas para organizar el desplazamiento
Pinar con las tiendas

Nuestra hoguera





Después de todo el trabajo de organización de las tiendas, cocina, etc nos pusimos manos a la obra y nos pusimos a cocinar una maravillosa pasta de aceite, aceitunas, tomate y ajo. Nunca pensé que una cosa tas simple estuviera tan tan buena. Y después un poquito de sesión de música con nuestros músicos que no eran pocos en el grupo. Paolo llevó su lira y pandereta siciliana; Pippo su guitarra que se iban pasando por todos porque todos la tocan, hasta el suizo. La verdad es increible la cultura de tocar un instrumento que hay en esta isla, todo el mundo que conozco toca un instrumento y está metido en ese mundo, ¡es algo que admiro mucho de aquí!.
 
Pandereta siciliana

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Bueno hoy ha tocado contar un poquito del primer día. Mañana seguiré contando el viaje que no tiene desperdicio y merece la pena darle varios días para contarlo!!!