¡Viaje a Agrigento!

Hoy toca hablar de un precioso viaje que hice hace unas semanas al sur de la isla: Agrigento. 

La verdad es que cuando mi compañero de piso me invitó a ir a su pueblo, nunca pensé que sería el famoso pueblo de la postal que Andrés me mandó hace un año de su viaje por Sicilia y que mi madre confundió con una postal griega...jejejejeje. Las grandes casualidades porque ahora, pasaría de tener la imagen de ese increible templo en una postal, a verlo en persona y con una persona autóctona, ¡no todos los días se tiene esa gran suerte!.

Vistas camino a Agrigento

La verdad es que el viaje ya me empezó a sorprender muchísimo desde el momento en el que me monté en el autobús y empecé a ver ese gran contraste de paisajes que tiene esta maravillosa isla. Es increible como puedes pasar de una zona muy montañosa con unos verdes preciosos, a una zona árida donde solo ves viñedos, olivos o incluso nada... La verdad que es una isla con muchísima riqueza y su gran contraste paisajístico. Así que os podéis imaginar como estuve las 2.30h de trayecto...mirando por la ventana y observado esas grandes maravillas de la naturaleza.

Vistas desde el autobus

Más paisajes espectaculares...

Camino a Agrigento

Ya a la llegada de Agrigento, nos fuimos rápidamente a su casa donde sus padres nos estaban esperando y donde me pusieron platos típicos siclianos para comer y que estaban todos buenísimos. Tengo que hablar de sus padres porque me han aportado muchísimo en este viaje porque se nota muchísimo el cariño que trasmite esta isla y su gente. Fue llegar, y me tenían como una reina. Me recordó muchísmo a la misma situación que viven mis amigos cuando van a mi pueblo y ven como mis abuelos, mis padres y todo el mundo, les insisten para comer, para que no pasen hambre, para que se diviertan, etc, pues en Agrigento, sentí esa misma sensación y me encantó.

A su vez, en este momento con la familia, me pude dar cuenta que el siciliano se parece muchísimo al gallego, increible lo que estoy diciendo pero muy cierto. La madre me hablaba en siciliano y le entendía mejor que en italiano porque las palabras eran muy parecidas al gallego como podía ser: traballar (siciliano) - lavorar (italiano); figlio (se pronuncia como fillio); figlia ("filla")...no se, muchas palabras que me llamaron mucho la atención porque aunque en ese momento mi nivel de italiano era muy bajo, con los padres, sobre todo con la madre, me entendía muy muy bien y tuve la suerte de que me contaran en primera personas muchas historias de la isla siciliana y de sus habitantes. La verdad que me encantó esa experiencia.

Ya por la tarde, me llevó a visitar Agrigento ciudad, y bueno, es una ciudad bastante pequeña, con un casco antiguo que no está muy bien conservado y donde no es muy aconsejable entrar de noche porque es una zona un poco peligrosa. De ahí, nos fuimos a la playa. Una playa preciosa, con una camino increible puesto que tienes que pasar por el valle de los templos romanos que son impresionantes, ¡es digno de ver!. En realidad, la ciudad es famosa por la zona de playeo para el verano y por el Valle dei Templi, que es una zona que se encuentra mitad entre la ciudad y la playa y donde hay unas vistas espectaculares para el mar y para la ciudad de fondo.

Playa de Agrigento

Calle de Agrigento

                                         Ayuntamiento                                                    Iglesia de Agrigento

Por la noche, tengo que informar de este dato, probé la pizza más rica que nunca he comido y todo gracias a Dario, mi compi de piso y a su familia, ya que me llevaron a cenar a una pizzeria en un pueblo perdido de la mano de Dios y dónde sé que nunca volvería sola porque no sería capaz de llegar, como siempre en esta isla, puesto que el restaurante estaba en un pueblo costero, a unos 20 minutos en coche de la casa de Dario y donde las pizzas se hacían en un horno de leña y estaban...¡impresionantes!. Ya puedo decir, que ahora si he probado la mejor pizza de mi vida y no como la primera y última vez que había estado en Italia (cuando el viaje de fin de curso), donde me llevé una gran decepción respecto a las pizzas porque no me gustaron mucho o más bien, no me impresionaron respecto a las que se hacen en España, pero ahora se cuál fue el motivo...el no ir con una persona italiana y de la zona. Eso tiene mucho que ver para encontrar esos sitios tan especiales...yo si no hubiera sido porque me llevaron, nunca lo habría encontrado y nunca habría probado tal manjar.

Al día siguiente, fuimos a ver por fin la famosa postal de Andrés: Il valle dei Templi y como no dudaba, me encantó. Son una hilera de templos dóricos sobre una cadena de colinas al sur de la ciudad, mirando al mar. Está el tempio di Ercole, Tempio della Concordia, Tempio di Hera,  Tempio di Zeus Olimpico, Tempio di Castore e Polluce, etc un sin fin de templos, monumentos, plazas, telamones de areniscas, etc. Nosotros estuvimos tres horas de visita y se nos hizo poco...así que, os podéis imaginar que grande es este valle. La verdad que vi a muchísima gente que llevaba sus bocadillos y comían dentro del recinto y al acabar, seguían con la visita porque tengo que avisar que cada templo está a una distancia respecto al otro de casi 1km, por lo que los trayectos se hacen largos y en nuestro caso, muy pesados si tenemos casi 30 grados de calorcito...es increible que siga habiendo días con estas temperaturas cuando ya estamos a mediados de octubre...

Telamón

Tempio della Concordia

Tempio della Concordia

¡Con mi compi de piso!

Tempio di Zeus Olimpico

Añadir leyenda

Tempio di Ercole

Después de estar todo el día de rutilla por el valle de los templos, volvimos a casita donde nos esperaba una rica pasta de aceitunas negras, tomate natural, queso, etc, que estaba delicioso y rematar con el café italiano, al que me estoy aficionando y ¡ya me lo bebo sin leche!increible pero cierto...Tengo que informar, que estoy apuntando todos los platos típicos sicilianos que voy probando, los postres, lugares, etc para cuando vengáis tener todo controlado y enseñaros todo lo posible como me están enseñando a mí mis compañeros y toda la gente increible que he conocido aquí. ¡¡Esto ha sido todo por hoy!!