sábado, 5 de mayo de 2012

Parco di Nebrodi/Madonie

Hoy os voy a hablar de un viaje que hicimos la semana pasada y que me encantó porque lo hicimos con un gran amigo trapanese, Bozzo, que nos hizo de fabuloso guía y nos llevó a una zona de Sicilia que todavía no habíamos visitado y que tanto me gustó.

Esta zona fue por la Reserva Natural de Nebrodi y Madonie.

Por la mañana, estuvimos en concreto, en un pueblo llamado Castelbuono donde nos comimos en la plaza del pueblo en mejor helado que me he comido aquí antes y mira que ya es difícil porque son todos buenísimos. De este pueblo ya no me olvidaré más :).

Después, por la tarde estuvimos en  Pollina, el pueblo más alto de toda la Sicilia y donde me quedé impresionada por sus paisajes, sus calles tan bien conservadas, su teatro con unas vistas a unas increíbles montañas que en invierno tienen que ser espectaculares, la naturalidad de su gente donde las personas mayores, todas las tarde después de comer se van a una plaza a hablar, jugar, etc., y las señoras, tejiendo en la calle, esa tranquilidad, respirar aire limpio... La verdad que me trajo muchísimos recuerdos de mi pueblo y sobre todo a mis abuelos y a su pueblo Mandín, todos los señores con sus boinas y la misma vestimenta que mi abuelo jejejej y las señoras en otra plaza, sentadas y de cháchara como hacen en mi pueblo. Un sitio que me encantó por todos los preciosos recuerdos que me dió de mi pueblo y de la morriña que me despertó :).








¿Quién encuentra a la mujer?


Y para terminar el día, de camino a la playa para dormir, lugar donde todavía no teníamos definido, nos encontramos en un pueblo de camino, una feria de comida siciliana donde nos pusimos hasta las botas porque se pagaban 5 euros y tenías 6 platos y un vino...ya os podéis imaginar como pudimos disfrutar de este momento con todo platos caseros hecho por gente del pueblo...Y para llevarme más emociones en este día, de repente apareció un grupo vestido con unos trajes muy parecidos al gallego y asturiano, tocando y sonando música siciliana que se parece tantísimo a la música folclórica gallega...en fin, no pude comer más feliz con todos estos eventos que se nos juntaron en ese instante en este maravilloso lugar.




Haciendo la ricota...


Preparando buñuelos
Y para terminar nuestro precioso y emocionante día, encontramos una calita totalmente apartada del mundo donde creamos una medio tienda de campaña porque por la mañana, nuestro amigo Eduard, nos dio la tienda sin los palos, es decir, solo teníamos el toldo...y cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde porque ya estábamos a bastante kilómetros de Palermo. Pero aún así, encontramos el mejor sitio para dormir entre dos rocas donde pusimos por encima el toldo y nos creamos nuestra tienda que no se puede comparar  con una de verdad :). Ya el siguiente es otra historia que os dejo para mañana porque no tiene desperdicio como salimos de esa playa... porque por la mañana todo el camino que hicimos por la noche, estaba inundado!!

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