Tbilisi, la ciudad desconocida!!

Así que seguimos con mi viajecito y ya el viernes por la mañana, nos vino a recoger una furgoneta a Bakuriani, sin cadenas en las ruedas, aspecto que desde el primer momento me llamó tantísimo la atención porque no llego a entender como podían conducir sin ellas habiendo hielo por todos los caminos y nieve de casi un metro de altura, pero bueno, parece que estaban más que acostumbrados porque ni uno las llevaba y los coches no es que fueran muy nuevos, la verdad. Esto se llama, como diría mi excompi de piso Pepe, EXPERIENCIA!!!;)

Pues lo dicho, nos fuimos dirección a Tbilisi por unas carreteras que viendo la velocidad con la que conducía nuestro maravilloso señor al cuál conocía todo el mundo y que se pasaba más tiempo por la carretera a la izquierda adelantando que por la derecha...opté por dormirme porque la tensión que llevaba todo el rato no me hacía bueno para la salud y me pasaba más tiempo llevándome sustos que disfrutando del paisaje tan increíble que tuvimos todo el tiempo con esas montañas caucásicas tan tan bonitas...Así que así fue como me puse a dormir y me olvidé un poco de todo ello, hasta llegar al hotel, gran hotel por cierto. 

Tenía un ambiente muy árabe en un barrio muy auténtico de Georgia y donde la comida era buenísima. La verdad que me apunté el nombre del hotel porque calidad-precio era muy bueno y está bien tenerlo por posibles visitas futuras :D. Me he quedado totalmente enamorada de su comida y de sus vinos, con un sabor totalmente diferentes a los que estoy acostumbrada a tomar en el oeste de Europa. Estos eran con un sabor más dulce y con mucho sabor a futos secos.

Y allí, al ser una ciudad, pudimos movernos más libremente y conocer un poquito más este maravilloso país con su cultura, tradiciones, comida, gente...que por cierto, la gente me sorprendió muchísimo, así como las iglesias, barrios, las tiendas...no se, no era para nada a lo que estamos acostumbrados, me recordó mucho a Turquía y las mujeres...tenían unos rasgos muy característicos, sobre todo las señoras mayores.

Medio de transporte

Tienda para vender patatas :)

Tienda típica

Tienda de ropa

Los puestos de fruta estaban estaban en las plantas subterráneas y donde las escaleras de entrada ponían toda las verdutas y frutas, impidiendo el paso dentro y se vendía todo desde allí

No vi ni una escoba normal, todas eran de estatura media y donde todas las señoras, puesto que era un laboro femenino,  tenían que ponerse en esta posición para barrer...

Típica panadería

Entré en una iglesia ortodoxa con mi amiga rusa y aluciné. Primero de todo, te tienes que tapar la cabeza con un pañuelo porque si no, es falta de respeto y al entrar, hay como una taquilla donde te venden velas para poner, así como una pequeña biblioteca donde están todos las oraciones respectivas y lo más impactante es el cura o como lo llamen ellos porque no se parecía al cura que estamos acostumbrados en España, para nada, con unas barbas enormes, una vestimenta muy peculiar y un sombrero característico, vamos muy ruso todo y ahí vi como la misa comienza, todo el mundo de pié, y el cura se va moviendo por toda la iglesia con un cosa parecida a un botafumeiro, cantando y rezando al a vez que todo el mundo espera a que llegue a donde están y se arrodillen. Así como vi, una garrafa de agua con un vaso encima de él donde todos iban, llenaban el vaso y bebían ese agua porque era sagrada o eso creo,así como vi, directamente, gente que se llevaba botellas para llenarla de este agua y la garrafa estaba en medio de la iglesia!!!alucinante la verdad...me impactó muchísimo teniendo en cuenta que soy bastante desconocedora de todo lo que es la religión...

Es verdad que seguimos haciendo el seminario pero esta vez, a diferencia de Bakuriani, visitamos diferentes asociaciones donde pudimos conocer en primera persona cómo funcionaban las asociaciones en Tbilisi y gracias a ello, conocimos a un chico español, que estaba haciendo un servicio voluntariado allí y nos pudo enseñar más de la ciudad así como invitarnos a su casa y estar muy pendientes de nosotros para que pudiéramos disfrutar de nuestros 2 días últimos en esa ciudad y la verdad que le debemos mucho porque gracias a él, los organizadores del seminario dejaron de ser tan exigentes con nosotros y cuadriculados y nos dieron más tiempo libre y más libertad a la hora de hacer las cosas, porque no entendían que hacer las cosas de forma individual y no siempre en grupo, también se puede hacer. Así que al final muy bien!

Buzones...

Quesería

Balcones típicos georgianos

Grupo más rebelde del seminario :)

Entrada en una casa

Vendedor de muebles por la calle

Casa típica de madera

El segundo día de estar por Tbilisi, cogimos el metro para ir a visitar una asociación y aluciné porque solo valía al cambio de las liras en euros, no llegaba a 20 céntimos...algo increíble y las líneas estaban bastante bien. La verdad que se puede ver, como en las grandes ciudades, la parte más pobre y la más rica pero en este caso, mucho más porque te veías calles con tiendas carísimas, con marcas de lujo, coches de lujo pero dos calles más para atrás...un barrio muy pobre. Es por ello que era muy frecuente encontrarte a niños descalzos por la calle pidiendo, no dejándote avanzar por su gran insistencia y gente muy pobre pidiendo...es muy duro la verdad, ver este contraste tan grande y que se intente evitar...porque la parte turística estaba muy bien conservada pero lo demás...dejaba mucho que desear. Pero si es cierto, que en ningún momento sentí la sensación de inseguridad o cualquier otro sentimiento porque volvíamos siempre por la noche solos y nunca vimos nada inusual a pesar de estar el hotel en un barrio para nada seguro o transitado.

Para despedirnos, la asociación de Georgia, nos invitó a comer a un bar típico georgiano que tenía más plantas subterráneas que yo he visto en mi vida, credo recordar que conté 4 plantas!y donde comimos como marqueses, con todo platos típicos y donde había un grupo tocando en directo diferentes piezas de música y donde todos, tanto grandes como pequeños, salían a bailar bailes tipicos georgianos. Es más, yo con la emoción, me vio una mujer y me sacó a bailar y allí lo di todo, o lo que pude porque se parecía bastante a la muñeira en versión georgiana, aunque había momento que parecía que estaban haciendo el moviemiento de manos de las sevillanas...no se, una fusión que me encantó pero yo creo que me gustó tanto sobre todo porque lo bailaban todos, todos bailaban con niños, niñas, adultos...cosa que se echa de menos un poco en España, ver estos momentos tan increíbles y tan emotivos.

Parte antigua de la ciudad

Castillo y casas típicas